Llega el invierno y de muchos rincones surgen unos duendecillos de gorro colorido y mal genio, que nos recuerdan que se acerca la Navidad.
Llamado Tomte en sueco y finés, y Nisse en danés y noruego, este personaje de la mitología nórdica está relacionado con el solsticio de invierno.
Se representa con baja estatura, larga barba blanca y un gorro cónico rojo, gris, azul o de otro color brillante. A pesar de su pequeño tamaño, tiene una gran fuerza. Vive en las granjas y casas de campo. Actúa como protector del hogar y del ganado.
Si se le trata bien y recibe regalos como pequeñas ofrendas, cuida de la familia y de los animales de todo mal o desgracia, ayudando en las tareas del hogar y en los trabajos de la granja.
Pero tiene muy mal genio y se ofende rápida mente. Le desagrada que le falten al respeto y que traten mal al entorno natural. Una vez enfadado, comete malas pasadas a los que se han portado mal, desde pequeñas travesuras hasta duros castigos como matar al ganado o arruinar la granja.